martes, 21 de abril de 2015

Fuego en el sur*

Resistencia mapuche en la Patagonia argentino-chilena


Por: Jorge Fava


¡Un Solo Pueblo, Un Solo Territorio, Una
Sola Lucha por Nuestra Libertad!
¡¡Marichi Weu!! (Diez veces venceremos)
Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)
Movimiento Mapuche Autónomo del
Puel Mapu (MAP), Argentina.
 
¡Territorio y Autonomía a la Nación Mapuche!
¡¡W E U W A I Ñ!!
(Venceremos)
Órganos de Resistencia Territorial (ORT)
Coordinadora de Comunidades Mapuche
en Conflicto Arauco-Malleco (CAM), Chile.



1.- Introducción

De acuerdo a la información que brindan la mayoría de los estudios especializados en historia y antropología argentina, el pueblo mapuche (o araucano) es una etnia indígena oriunda del sur de Chile, parte de la cual migró en el siglo XVIII hacia las llanuras del oriente en un proceso conocido como "Araucanización de las Pampas". Esta colonización no estuvo exenta de choques violentos con las tribus de ese lado de la cordillera, a algunas de las cuales terminaron absorbiendo. Dicha ida y vuelta trasandina se mantuvo a través de los años siguientes, constituyendo un sistema de intercambio económico y cultural intraétnico intenso y permanente. La constitución de los Estados nacionales argentino y chileno en el siglo XIX y la definitiva delimitación de sus fronteras internacionales tras sendas campañas militares contra los grupos aborígenes de la Patagonia, denominadas "Conquista del Desierto" (1879-1885) y "Pacificación de La Araucanía" (1881-1883) respectivamente, dejó al pueblo mapuche dividido entre estas dos nuevas naciones latinoamericanas, confinado en estrechas y áridas reservas indígenas.

En palabras de las propias organizaciones mapuche estos dos países, en lo que a su territorio ancestral respecta, es uno solo: el Wallmapu (País Mapuche), constituido por la Gullumapu, la Mapu del oeste, y la Puelmapu, la Mapu del este. "Cuando nos dicen mapuche ‘argentino’ o mapuche ‘chileno’ ¡eso sí que es ignorancia!... ¿Cuándo van a comprender que nuestro pueblo es solo uno? ¡Somos un solo pueblo! Los nombres distintos representan características de nuestras regiones, de los lugares donde vivimos…" Y esta incomprensión, producto de un proceso histórico que ellos rememoran de manera distinta al de ambas sociedades nacionales, tiene sus consecuencias en el cotidiano vivir de estas comunidades indias. "¡Los hermanos que migran dentro de nuestro mismo territorio son considerados ‘extranjeros’! Estos Estados… este Estado constituido por la fuerza hace poquito más de cien años llama ‘extranjero’ a quienes desde hace miles de años nos movilizamos dentro de nuestro espacio territorial propio y originario".[1]

La racionalización según la cual los mapuches de la Gullumapu (Chile) son extranjeros en Argentina (o viceversa), "constituye –dice la antropóloga Dolores Juliano- una evidente manipulación histórica". El territorio mapuche es anterior a la formación de los Estados-nación argentino y chileno y se extendía a ambos lados de la cordillera de los Andes. Además, no hay acuerdo entre los expertos sobre la procedencia de la etnia original, la que algunos estudiosos la ubican en las llanuras pampeanas.[2]
 
Graffiti en un muro de la ciudad de Esquel, Chubut, Argentina, 2005 (foto Jorge Fava).

Nos obstante las múltiples dificultades y las mencionadas incomprensiones, el pueblo mapuche se organiza es pos de sus irrenunciables reivindicaciones: "’Cuando se hizo nuestro Reencuentro de Pueblo Nación Mapuche sentimos como se rompían las barreras sangrientas que crearon los Estados argentino y chileno. Los Estados que durante más de cien años quebraron la comunicación que nosotros manteníamos como un solo pueblo’… ‘Nuestra autoafirmación como nación originaria fue la decisión libre y conciente de que sólo con el ejercicio de nuestros derechos históricos recuperaremos la unidad política, lingüística, filosófica, social, cultural, territorial, histórica. Recuperaremos todo lo que nos identifica como mapuche, gente de este territorio. Recuperaremos los lazos que nos sostienen´".[3]
 
2.- Hechos y versiones

En noviembre de 2014, surgió a la luz pública nacional el grupo clandestino indígena Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), brazo operativo del Movimiento Mapuche Autónomo del Puel Mapu (MAP); el que a través de un comunicado se responsabilizó del incendio del refugio de montaña Neumeyer en el Parque Nacional Nahuel Huapi (Río Negro, Argentina), perpetrado el 12 de octubre de ese año.[4] También se atribuyó la autoría de una serie de acciones realizadas en 2013, tales como el ataque al Consulado chileno, la Iglesia Catedral (ambos en la ciudad de San Carlos de Bariloche) y el incendio de una plantación de pinos de la Compañía de Tierras del Sud Argentino, propiedad de los hermanos Benetton, en el noroeste de la provincia de Chubut.[5] En dicho comunicado, los miembros de esta agrupación indígena sindicaron como colonialistas a los Estados de Argentina y Chile y exigieron "la devolución del Territorio Usurpado y el retiro de sus intereses de Nuestro Wallmapu". A su vez advirtieron: "resistiremos a Sangre y Fuego a las petroleras y mineras en el sur", y reivindicaron el "derecho a rebelarnos como Pueblo Oprimido".[6] Las principales demandas de RAM tienen que ver con reclamos de autonomía y de recuperación de tierras ancestrales despojadas a las comunidades mapuche de la Patagonia argentina y chilena, especialmente por empresas agrícolas, forestales, turísticas, hidroeléctricas, mineras y petroleras, a quienes visualizan como sus enemigos más peligrosos. "Políticamente somos Autonomistas Libertarios Espirituales Anticapitalistas, es decir somos Mapuche que quieren Reconstruir su Mundo de forma Integral con todas sus particularidades, el AzMapu en el WallMapu".[7] (Véase el texto completo de la Declaración Pública del Movimiento Mapuche Autónomo PuelMapu y Resistencia Ancestral Mapuche de abril 2014).

Restos del incendiado refugio Neumeyer (foto Bariloche2000).

De acuerdo a versiones periodísticas, el autodenominado RAM habría puesto en marcha el 25 de diciembre de 2014, el operativo "Tormenta de Fuego" consistente en una serie de incendios forestales que a partir del mes de febrero de 2015 devastaron la cordillera de Chubut. Los principales focos se localizaron en el Parque Nacional Los Alerces, El Hoyo y en el cerro Currumahuida.[8] También hay antecedentes de quema de campos y viviendas en Neuquén y Río Negro. La responsabilidad indígena en los mismos nunca fue probada.

Los incendios de pastizales era una táctica de guerra usada por los indígenas del Desierto pampeano en el siglo XIX, con el objeto de cubrir su retirada hacia sus toldos luego de un malón y detener o, al menos, retrasar a las tropas del ejército argentino que los perseguían. Según informes policiales, los activistas de RAM utilizan las reservas indígenas de la provincia como retaguardia donde "perderse" luego de sus acciones de resistencia.

En enero de 2013, un miembro del grupo RAM fue detenido por Carabineros (policía militarizada) de Chile, junto a otros militantes mapuche de ese país, a los que se le incautaron, entre otros elementos, cartelería de propaganda de la lucha mapuche, donde en algunos de ellos podía leerse: "Desde las tierras de Kalfulikan (Caupolicán) renace la guerra ancestral". La policía investiga la posible conexión entre los detenidos y la combativa Coordinadora de Comunidades Mapuche en Conflicto Arauco-Malleco (CAM), organización considerada "terrorista" por el gobierno chileno, e iniciadora de los ataques incendiarios.[9] En enero de 2012, ya había sido responsabilizada por el ejecutivo chileno por los incendios de bosques en las regiones del Bíobío, La Araucanía y el Parque Nacional Torres del Paine, donde murieron siete bomberos que quedaron atrapados por las llamas.[10] Conforme a fuentes gubernamentales de ese país, los nexos de colaboración entre ambos lados de la cordillera quedaron expuestos tiempo atrás, cuando un grupo de mapuche chilenos, acusados de asesinar a un carabinero, fueron detenidos en San Martín de los Andes, Neuquén, luego de permanecer refugiados por un tiempo en comunidades mapuche chilenas y argentinas.[11]

Por su parte, la CAM negó enfáticamente cada una de estas acusaciones y denunció un montaje mediático para inculparla (el movimiento mapuche responsabiliza de estas operaciones de prensa principalmente a los diarios nacionales El Mercurio y La Tercera y sus controlados regionales).

Mapuches se enfrentan a carabineros en Temuco, Chile, 2009 (foto AFP).

El conflicto étnico en Chile, que entre 2001 y 2013 acumulaba 15 muertos entre dirigentes indígenas, policías y agricultores; tiene a una docena de líderes mapuche procesados y condenados por ataques incendiarios contra campos, viviendas, bosques, maquinarias, vehículos y otros bienes.[12] Es importante señalar que estos juicios fueron llevados adelante invocando la Ley Antiterrorista (N° 18.314), promulgada por la dictadura militar de Augusto Pinochet en 1984 y condenada en reiteradas ocasiones por los Relatores Especiales de Naciones Unidas para los pueblos indígenas que visitaron Chile, por no respetar los derechos humanos de los imputados y vulnerar las garantías al debido proceso.

El año 2015 comenzó en la conflictiva zona chilena de La Araucanía con tres atentados. En uno de ellos personas no identificadas quemaron una retroexcavadora, mientras que en otro, encapuchados abrieron fuego contra una patrulla policial sin ocasionar heridos. El tercero fue el más cruento, ya que luego de quemar tres camiones y una trilladora, un indígena mapuche fue gravemente herido por los disparos de un vigilante. Días después, fueron colocadas dos bombas artesanales en sendas sedes policiales en Temuco, capital de la región.[13]

La recuperación de tierra también está dentro del repertorio de acciones reivindicativas que a través del "Control Territorial y la Autodefensa" RAM lleva adelante.[14] Una decena de mapuche, supuestamente vinculados a esta organización, ocuparon en marzo de 2015 un sector de la estancia de los empresarios italianos Benetton en Leleque, Chubut, donde reclaman tierras para su comunidad.

La policía chubutense cree que este grupo clandestino sería el autor también de la quema de un camión en la ruta nacional 40, en el cruce con la localidad de El Maitén y de otro hecho de similares características ocurrido en la localidad de Gualjaina, aunque este último fue negado por el grupo.[15]

Mientras Interpol los busca intensamente por delitos de carácter internacional, los miembros de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), según especula la policía de Chubut, participan del Camaruco (rogativa mapuche) en alguna reserva de Puelmapu, que en esta época del año se realiza.[16]
 
3.- Consideraciones finales

En términos de reconocimiento legislativo de los derechos indígenas, Argentina avanzó más rápido que Chile; pero, teniendo en cuenta que en este país los pueblos originarios no superan el 1,5% del total de la población nacional (los mapuche son algo menos del 0,3%),[17] y el bajo "riesgo" de conflicto etno-político que por tal motivo representan, buena parte de esa legislación progresista nunca llega a ser aplicada. Lo que nos remite a la conocida contradicción entre "país legal y país real", convirtiendo al tema en un ausente permanente de la agenda pública del Estado nacional, aunque no lo sea tan así para algunos Estados provinciales.

El reconocimiento constitucional de la preexistencia de los pueblos originarios en la Carta Magna argentina, constituyó un paso significativo para el respeto de los derechos de los indígenas de este país. La reforma constitucional de 1994, incluyó en su Artículo 75, inciso 17 (Segunda Parte, Capítulo IV, Atribuciones del Congreso) el siguiente texto:

"Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.

"Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones".[18]

No obstante, poco o nada de este enunciado se ha visto reflejado en la realidad de los pueblos indios de la Argentina. "El reconocimiento de la preexistencia, expresado en la Constitución Nacional y en algunas constituciones provinciales que retoman el texto nacional –dice la profesora de Derecho Constitucional (UBA) Silvina Ramírez-, carece del significado y del contenido adecuados. En realidad, todo apunta a que no se ha tomado real conciencia de su alcance, o al menos se le quita la importancia que merece.

"La preexistencia no es otra cosa que la admisión de que los pueblos indígenas se encontraban presentes con antelación a la construcción del Estado nacional, y prácticamente con el mismo status que los Estados provinciales. Las consecuencias que se derivan de este reconocimiento no es otro que colocar en un pie de igualdad a los pueblos indígenas con las provincias, por lo cual las relaciones entre el Estado y estos pueblos deben ser horizontales".[19]

Una correcta y honesta aplicación de este artículo de la Carta Magna allanaría el camino hacia un principio de autonomía mapuche que les otorgara un mayor control sobre su propio destino. Esta autonomía, imaginamos, debería contemplar además una instancia de negociación estatal binacional con participación indígena (previamente Chile debería otorgarles reconocimiento constitucional y también algún tipo de autonomía), con el objeto de coordinar la aplicación de las políticas que les conciernan a ambos lados de la cordillera, con acomodo a sus realidades concretas, sin lesionar ningún interés legítimo. No obstante, un buen comienzo sería la puesta en práctica del mecanismo de consulta con consentimiento libre, previo e informado como establece el Convenio 169/1989 de la OIT, que ambas naciones ratificaron.[20] Además, un acuerdo internacional específico entre las Repúblicas de Argentina y Chile sobre libre tránsito de los mapuche patagónicos dentro de su Territorio Ancestral, que reduzca al mínimo (y si es posible elimine) las restricciones y los controles aduaneros entre ambas fronteras, ayudaría a una distensión del conflicto y a un inicio de reparación histórica para dicho pueblo indígena.
 



* Este artículo fue escrito en abril de 2015, y se publica aquí por primera vez. Utilizamos el término Fuego en su doble acepción: "materia encendida en brasa o llama", y también, "vehemencia, pasión, ardor"; porque en este caso ambas son pertinentes.
[1] Confederación Mapuche Neuquina (compag. Adriana Latashen): ¡Marici Weu! ¡Diez veces estamos vivos… Diez veces venceremos! Editorial Búsqueda de Ayllu. Concepción del Uruguay, 1994. Pág. 210.
[2] Juliano, Dolores: El Discreto Encanto de la Adscripción Étnica Voluntaria. En: Procesos de Contacto Interétnico. (Comp. Roberto Ringuelet). Ediciones Búsqueda. Buenos Aires, 1987. Pág. 102. A principios del siglo XX, y a contramano de la opinión mayoritaria de los especialistas que ubicaba el centro primario de los mapuche en la falda occidental de los Andes, en Chile el estudioso Ricardo Latcham postuló la tesis del origen platense de esta etnia. A partir de dicha controversia se generó la insólita situación que, desde la óptica interesada de los Estados argentino y chileno, el mencionado pueblo indígena resultara ser "extranjero" a ambos lados de la cordillera (Lenton, Diana: Relaciones Interétnicas: Derechos Humanos y Autocrítica en la Generación del '80. En: La Problemática Indígena. Estudios Antropológicos sobre Pueblos Indígenas de la Argentina. Comp. Juan Radovich y Alejandro Balazote. Centro Editor de América Latina S.A. Buenos Aires, 1992. Pág. 63).
[3] Confederación Mapuche Neuquina: ob. cit., pág. 176. En una publicación de abril de 2014, el Movimiento Mapuche Autónomo de Puel Mapu (MAP) y Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) se refirieron en duros términos a esta organización, a la que criticaron por su "línea reformista y negociadora", y más adelante acusaron: "… la Confederación Mapuche Neuquina, aquellos mismos que ayudaron a la policía a buscar peñi y lamuen por los cerros en Paichil Antreao, los que prefirieron ponerle precio a todo antes que entregarse íntegros por su Pueblo…" (Diario Andino Digital. Villa la Angostura, Neuquén, 11 de abril de 2014).
[4] Al día siguiente, la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro, la Confederación Mapuche de Neuquén, y el Consejo Intercultural de Comanejo del Parque Nacional lamentaron lo sucedido y expresaron, "los mapuche organizados desde nuestras instituciones y organizaciones mapuche, no compartimos y condenamos este tipo de métodos violentos y anónimos". (ANB-Agencia de Noticias Bariloche. San Carlos de Bariloche, Río Negro, 13/10/2014).
[5] En abril de 2014, el grupo dio a conocer a través de los diarios de Río Negro una declaración pública en la que admitió su participación en un incendio sucedido en la Municipalidad de Villa La Angostura, Neuquén, en 2009, y aseguró tener redes en Chubut, Neuquén y Río Negro (diario Página/12. Buenos Aires, 14/10/2014).
[6] Diario La Jornada. Trelew, Chubut, 29/03/2015 y Diario digital Bariloche2000, Río Negro, 12/11/2014.
[7] Diario Andino Digital. Villa la Angostura, Neuquén, 11 de abril de 2014. Según el investigador mapuche Juan Sánchez Curihuentro: "El Az Mapu expresa las normas de conducta, tanto individuales como colectivas, que debe observar el mapuche para mantener la armonía cósmica" (El Azmapu o Sistema Jurídico Mapuche. Revista Crea. N° 2. UCT. Año 2. Temuco, 2001. Pág. 29).
[8] Diario Clarín. Buenos Aires, 28/03/2015.
[9] Comunicado público de la CAM, Chile, 27 de agosto de 2009: "…queremos rechazar categóricamente el como el Estado chileno ha llevado adelante esta problemática de nuestro pueblo nación Mapuche, catalogándolos como terroristas y violentistas. Y más encima vinculándolos con grupos subversivos como ETA, la FARC. Desmentimos tajantemente estas afirmaciones y a la vez denunciamos la manipulación de los medios de comunicación nacional que han jugado un rol fundamental en estigmatizar el movimiento Mapuche, frente a este resurgimiento de la lucha milenaria de nuestro Pueblo… Esta represión, que cada vez toma ribetes más racistas se desarrolla desde el encarcelamiento de dirigentes, jóvenes, mujeres y ancianos, hasta la persecución, allanamiento, castigos físicos y torturas a miembros de las comunidades Mapuche en sus propias comunidades" (Weftun: página oficial de la CAM. www.weftun.cjb.net).
[10] Diario Clarín. Buenos Aires, 07/01/2012. Posteriormente, y ante la falta de pruebas, el gobierno se desdijo de las acusaciones a los mapuche (Correa Agurto, Paula: Gran Reportaje: Huelga de Hambre de los Presos Políticos Mapuche 2010. Tesis para la Licenciatura en Comunicación Social. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Santiago de Chile, 2013. Págs. 153-157).
[11] Diario La Nación. Buenos Aires, 01/02/2013.
[12] Diario Clarín. Buenos Aires, 27/09/2014.
[13] Fuente: AP (Associated Press). Santiago de Chile, 01/01/2015.
[14] Comunicado de RAM. Diario Andino Digital. Villa la Angostura, Neuquén, 11/04/2014.
[15] Diario Clarín. Buenos Aires, 28/03/2015.
[16] Ídem. El Camaruco o Nguillatún se lleva a cabo en el mes de marzo.
[17] Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC): Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005. Ministerio de Economía y Producción. (www.indec.gov.ar/ecpi). Buenos Aires, Argentina, 2007.
[18] Constitución de la Nación Argentina. Secretaría de Cultura. Presidencia de la Nación. Buenos Aires, 2010. Pág. 36.
[19] La Guerra Silenciosa. Despojo y Resistencia de los Pueblos Indígenas. Capital Intelectual. Buenos Aires, 2006. Pág. 88.
[20] Argentina lo ratificó el 03/07/2000 y Chile el 15/09/2008. Se debe tener presente, además, que dicho Convenio es un instrumento jurídico internacional de carácter vinculante. Otra fuente cuyos avanzados parámetros jurídicos deberían ser tenidos en cuenta es la Declaración de las Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada en 2007; específicamente su Artículo 36. 


CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:

FAVA, Jorge: 2015, "Fuego en el sur. Resistencia mapuche en la Patagonia argentino-chilena". Disponible en línea: <http://larevolucionseminal.
blogspot.com.ar/2015/04/fuego-en-el-sur.html>. [Fecha de la consulta: día/mes/año].